martes, 8 de mayo de 2018

Querido Diario, 8 de mayo de 2018

Querido Diario:

Ayer tuvimos "sarao" en una de mis salas... y yo me lo perdí. Con lo que me gustan a mí estos jaleos. Pero, bueno, te cuento...

Se presentó "en sociedad" el cuadro Josefa del Águila Ceballos, luego marquesa de Espeja, que pintó Federico de Madrazo y Kuntz entre los años 1852 y 1854, y que ha donado al Museo del Prado la empresaria, coleccionista y miembro del Real Patronato del Museo Alicia Koplowitz.

¿Que qué es eso del Real Patronato? Pues, vaya, es difícil de explicar, pero lo intentaré...

Es uno de los tres órganos rectores del Museo Nacional del Prado, que son el Presidente del Museo Nacional del Prado, el Real Patronato y el Director del Museo.

Al Real Patronato se le considera como el órgano rector "colegiado" del Museo Nacional del Prado. Y sus funciones son muchas, pero la más importante es "establecer los principios de organización y dirección del museo, fijando sus directrices generales de actuación y promoviendo su cumplimiento".

Bueno, volviendo a la presentación de ayer, en el acto estuvieron, entre otras personas, José Pedro Pérez-Llorca, que es el Presidente del Real Patronato, Miguel Falomir, Director del Museo, Francisco Javier Barón, Jefe de conservación de pintura del siglo XIX del Museo y Almudena Ros, que es la Conservadora de la colección de Alicia Koplowitz. Tras los discursos lógicos en estos actos, se quedó presentado oficialmente este cuadro.

Pero, en fin, yo no puede estar en este jaleillo, pero sí tuve el honor de custodiar el cuadro esa tarde... esa tarde y todo lo que queda de mes, claro.

Y sobre el cuadro, qué decirte si tengo poca información. Pero lo intentaré...

Cuando Federico de Madrazo pintó este cuadro, que te recuerdo que lo empezó en 1852, la retratada Josefa del Águila y Ceballos Alvarado y Álvarez de Faria tenía 26 años y desde hacía dos años era la esposa de José María Narváez, sobrino del célebre militar y político Ramón María Narváez, y era el II Vizconde de Aliatar. Años después fue también II Duque de Valencia.

Según dicen los expertos en esta materia, "este periodo en el que pintó el cuadro es justamente el de mayor calidad en la trayectoria de Federico de Madrazo, el mejor retratista español en ese decenio y el que obtuvo la mayor fama internacional. Ningún otro pintor de retratos alcanzó en esos años en España la calidad que revela esta obra".

¿Y qué es lo que vemos en el cuadro? Pues es muy sencillo, querido Diario. Vemos a una mujer, de cuerpo entero, en el exterior de un palacio...

Sí, de verdad que está en el exterior.  Si te fijas bien, está en un corredor y al fondo, en la parte de la izquierda, se aprecia una escalinata con balaustrada, un parque con altos árboles y cielo azul.

Se puede apreciar la refinada elegancia que tenía nuestra Josefa del Águila por su pose.

Pero lo que más llama la atención es el vestido de encaje... y qué encaje. ¡¡¡Espectacular!!! Fíjate bien, querido Diario, qué bien pintó las transparencias de los encajes del vestido... qué delicadeza. Se puede apreciar con nitidez todos los detalles.

Reconozco que yo no soy muy entendido de telas, pero este vestido me cautivó desde que lo vi. ¡¡¡Qué narices!!! Que me quedé mirándolo un buen rato, analizando todo el bordado... cuando no había nadie en las salas, claro.

Y luego está el chal que lleva colgado del brazo. Me quedé embobado, literal, mirando una parte del chal que me cautivó. A ver si sé decirte cual... es el bordado vertical de hilos entrelazados que está debajo del brazo derecho, del que salen los flecos. Luego está la continuación de ese bordado, esta vez en horizontal, más abajo, pero ese tramo, aunque tiene una buena ejecución, me atrajo menos.

También está el tocado de plumas que lleva en la cabeza que, aun siendo sencillo, es muy bonito.

Y ya, para terminar, el collar de perlas, el adorno en el pecho, la pulsera y... el anillo de casada, que no sé si se aprecia bien en la fotografía que te he puesto, querido Diario, pero que en el cuadro al natural se ve perfectamente.

Por cierto, Josefa del Águila y Ceballos está pintada a tamaño real. El cuadro mide, si bien recuerdo, 220 x 130 centímetros... más de dos metros de alto.

¡Ah! Otra cosa a resaltar, lástima que no esté en la fotografía, es el marco ancho, isabelino. Es el marco original... y es de una calidad espectacular.

Ahí lo dejo, querido Diario.

(Fotografía del cuadro Josefa del Águila Ceballos, luego marquesa de Espeja - 1852-1854 -, de Federico de Madrazo y Kuntz, que se puede contemplar en la sala 62B).

3 comentarios:

  1. Una curiosidad, ¿cómo se realiza la limpieza del polvo acumulado en este y otros cuadros que no tienen vidrio protector?

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    1. Si bien estoy informado, la limpieza de las obras de arte las realizan los propios restauradores. Lo que no sé es con cuánta frecuencia la hacen.
      Lógicamente ni el personal de limpieza de las salas ni ningún vigilante tenemos autorización de tocas los cuadros.
      Espero haber respondido bien a tu curiosidad, querido "cotillo" Anónimo.

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  2. Me encanta tu diario.
    A mi me parece que está dentro de Palacio, no fuera...
    Las cortinas están en ese lado y es como si en la sala hubiera un balcón que diera a un jardín. El suelo tampoco lo veo de exterior
    Sin embargo, tú lo has visto más detalladamente, claro
    Suerte en las opo!

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